Se ha hablado de la escuela sueca, de la escuela alemana en el pasado, más adelante la armada española, la legión Argentina que también dejó su huella. Pero sin dudas en los últimos años tenemos que decir que la Federación francesa ha estado trabajando muy bien y los resultados están a la vista. A los nombres que ya todos conocemos como Jo Wilfred Tsonga, Gael Monfils y Richard Gasquet, tenemos que sumar a Lucas Poullie, un jugador completo que todavía no tiene techo.
Si uno tiene que hablar de méritos, es obvio que lo primero son los jugadores ante que las Asociaciones de sus respectivos países, pero las Federaciones si trabajan bien aportan mucho lo suyo. El capitán de Copa Davis de Francia, siempre está presente y la federación acompaña siempre a sus jugadores.
Uno lo vió en el US Open, pero esto pasa en todos los torneos y muchos jugadores se sienten protegidos y apoyados, porque esta presencia es necesaria.
Si analizamos a Poullie de 22 años, es un jugador muy inteligente, primero que nada. Sabe hacer daño con su juego y le saca el máximo provecho a su tiros. Con un servicio aceptable, pero con una variante de tiros muy buena para su juventud. Y algo muy importante que mostró en el partido con Nadal, personalidad para pasar los momentos dificiles. Cuando Rafa fue a buscar el partido, el francés respondió muy bien. Y esta es una cualidad muy interesante a tener en cuenta para la evolución de un jugador y para soñar en su futuro.
Poullie tiene muy buen juego y cabeza para afrontar momentos dificiles, cualidades que hoy no se encuentran muy a menudo en el Tour de la ATP.
Francia siempre saca jugadores y esto no es casualidad, hay una planificación, hay un trabajo, y ahi aparecen resultados. Esto siempre pasó y sigue pasando, en especial con Francia y su tenis.
Nota Leo Canaparo
